Este año se cumplen 100 años del nacimiento 

de Orson Welles, uno de los genios indiscutibles  del

 séptimo arte en su faceta tanto de director como de actor.

 

George Orson Welles nace en Kenosha, Wisconsin el 6 de mayo de 1915. Lee Shakespeare por primera vez solo con tres años y a los cuatro ya escribe sus propias obras de teatro. Tras el divorcio de sus padres, el joven Orson se muda con su madre Beatrice a Chicago. Fallece su madre  y empieza a estudiar en el Washington School de Wisconsin. Después de la muerte de su padre y el inquieto dibujante, actor y pintor adolescente Orson se muda a Irlanda para dedicarse enteramente al teatro vanguardista. Funda la Mercury Theatre. A los veintitrés años, de vuelta a EEUU, organiza el espectáculo radiofónico de La guerra de los mundos: convenció a los oyentes de que estaba sucediendo una invasión alienígena. Le abrió las puertas a Hollywood: a sus veinticinco años, filma su debut incuestionable como director y actor principal Ciudadano Kane (1941).

 

Welles revolucionó la narrativa cinematográfica utilizando los medios técnicos de una forma completamente nueva y una expresividad definitivamente original. Muchos de sus rasgos como cineasta quedan asentados. Su filmografía continúa con El Cuarto Mandamiento, Estambul, El Extraño, La dama de Shangai, Macbeth, Otelo, Mr. Arkandin, Sed de mal, El proceso… una larga lista en las que Welles compatilizaba los roles de director, guionista, intérprete (hasta el punto de pasar desapercibido en pantalla, como sucede en El Tercer Hombre).

 

Orson Welles fue una revolución para la estética cinematográfica. Hay quien le llama el padre del cine moderno. Algunos de los rasgos de su estética son: la utilización de planos generales con sentido dramático, la confección minuciosa de la profundidad de campo (conseguida con una lente fina), angulaciones impresionantes, trabajo increíble de los movimientos de cámara (la grúa especialmente), los planos secuencia (economía de planos admirable) y decorados con techo. Otras características a destacar: juego significativo de luces y sombras (claroscuro), originales encadenados y flash-backs,  notable capacidad de análisis e interpretación de la psicología humana (latente en los diálogos, rompedores respecto de los diálogos del cine clásico). Su talento siempre repercutió en su forma de trabajar. Siempre se supo a sí mismo un prodigio, lo que le costó más de un enfrentamiento con los directivos de los estudios que cuestionaban sus opiniones. Por eso rodó muchas de sus películas fuera de su país. Por  ejemplo, en su amada España.  La inventiva dramática de Orson también era desbordante. Sus personajes de tortuosas psicologías. Se inpiran en Kafka y Shakespeare.. La figura de Orson Welles constituye en sí misma una leyenda.